
La familia Cactaceae, originaria del Continente Americano, agrupa a cerca de 2000 especies, las cuales han logrado adaptarse a los climas desérticos. México es el país con mayor riqueza de estas plantas, con 913 taxones, de los cuales el 80 por ciento son endémicos del país.
Una de las formas de propagación de estas plantas es por medio de semillas, por tanto se hace énfasis en la obtención de estas, a partir de plantas conservadas ex situ (fuera del hábitat natural). La producción y conservación ex situ de cactáceas, se convierte en una necesidad, tanto para el desarrollo de programas de producción, como parte de las estrategias para conservar la diversidad biológica.
Las colecciones ordenadas ya sean en invernaderos, viveros o jardines botánicos, son métodos más comunes para conservar la diversidad biológica ex situ, y dado en caso se consideran como “bancos de germoplasma”, donde las plantas, sirven como productoras de semilla. Para el caso de las colecciones particulares en México, pocas de ellas sirven como proveedores de semillas, principalmente si no existe el control sobre entrecruzamiento de especies y sobre todo por la falta de información sobre el origen de las semillas o plantas, aunado muchas veces a las deficiencias de clasificación u ordenamiento de la cosecha o semilla.
Al considerar que la propagación por semillas es el método tradicional o convencional en la propagación de cactáceas, se hace necesario contar en cantidad y variedad suficiente de especies, y por tanto, de plantas para producir semillas. En este sentido, contar con un banco de germoplasma permite garantizar, el origen o procedencia, el tiempo de almacenamiento y porcentaje de germinación, así como prever las cantidades necesarias de semillas para los programas de producción de plantas.
Cactáceas
